Sin duda alguna, uno de los mejores momentos del snooker nos lo brindó Ronnie O’Sullivan en 1.997, cuando en el Campeonato del Mundo consiguió el 147 más rápido de la historia ¡en tan sólo 5 minutos y 20 segundos! Y, además, fue su primer 147 en The Crucible, con lo que la hazaña fue doblemente celebrada.